Muy a menudo sucede algo que para mi concepto es un poco desagradable. Llegas a la casa de alguien. Tocas la puerta o en su defecto el timbre de manera desconocida para los habitantes de ella. Esperas con paciencia a que te abra la persona que conoces, pero no; de pronto sale una voz(totalmente desconocida para ti) del interior de la vivienda preguntando muy descaradamente: ¿Quién es? Esto no lo digo por los que son precavidos a la hora de cuidar sus hogares, ni mas faltaba.
En mi caso siempre que escucho esa pregunta, suele invadirme una sensación indescriptible, pero un poco irónica. Me digo a mi mismo: pues si no me conocen ¿qué voy a decir? ¿qué le puedo decir a una persona que no sabe quién soy, que soy yo, si no me conoce?(es algo desagradable ventilar tus datos desde fuera a un desconocido y viceversa) ¿no les parece algo irónico y más que irónico, gracioso? Y ¿Por qué diablos no se asoman a la ventana, miran y se dan cuenta quién es y luego preguntan qué o a quién necesitan antes de hacer esa tonta pregunta que lo deja a uno como con esa sensación de no saber qué hacer, ni qué decir? Por mi parte esto me parece un poco más racional(lo de ver y luego preguntar) y creo que es más certero a la hora de cerciorarse quien toca la puerta.
Pues bien de seguro muchos se sentirán identificados, porque de manera casi mística sé que por lo menos, les ha pasado alguna vez en sus vidas.
Espero compartan esta opinión-sugerencia (jejeje) y si no la comparten, por lo menos se sonrían recordando algún momento en que la hayan ocasionado o en la que hayan sido víctimas de ella.
Hasta la próxima.
Jorge Iván Soto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario